Día Internacional de la Mujer… los hilos que forman el tejido




Fuente: Internet..., mis comentarios al final.


El Día Internacional de la Mujer Trabajadora o simplemente Día Internacional de la Mujer, se celeba el 8 de Marzo y está reconocido por la Organización de las Naciones Unidas. En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación en la familia y la sociedad, en igualdad de condiciones que el hombre, así como en su desarrollo integral como persona. Algunos países como Rusia, China y Cuba le dan importancia de fiesta nacional.

La idea de un día internacional de la mujer surgió a finales del siglo XIX, en plena revolución industrial y durante el auge del movimiento obrero. La celebración tiene raíces en una lucha ya emprendida en la antigua Grecia, reflejada por Aristófanes (dramaturgo griego) en su obra Lisístrata, en la que cuenta cómo Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra. Este impulso del subconsciente femenino surgió también durante la Revolución Francesa, cuando las mujeres parisinas que pedían libertad, igualdad y fraternidad, marcharon hacia Versalles para exigir el derecho de sufragio.


 
Derechos de la Mujer y de la Ciudadana, planteados por Olympe de Gouges en 1791:

http://es.wikipedia.org/wiki/Declaraci%C3%B3n_de_los_Derechos_de_la_Mujer_y_de_la_Ciudadana

La celebración de una jornada de lucha específica para la mujer y sus derechos se comenzó a proclamar en los primeros años del siglo XX, desde diferentes organizaciones internacionales de izquierda.



Historia
8 de Marzo de 1908 La organización socialdemócrata de Nueva York celebró un mitin por la igualdad de derechos para la mujer. Aquel día más de 15.000 mujeres se manifestaron por la ciudad con demandas de reducción de jornada laboral, de igualdad de salario respecto a sus colegas masculinos y con reivindicaciones de sufragio femenino. La fecha elegida fue el ocho de Marzo porque ese día en 1857 las trabajadoras de la industria textil de Nueva York habían organizado la “marcha de las cacerolas vacías” para protestar contra las pésimas condiciones laborales y los salarios insuficientes.


1909
El Partido Socialista de los Estados Unidos proclamó el Día Nacional de la Mujer, que hasta 1913 se celebró el último domingo de febrero.


Agosto de 1910
En la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, la líder del movimiento comunista alemán y activista de los derechos de las mujeres, Clara Zetkin, propuso establecer el Día Internacional de la Mujer. Se planeaba organizar mítines y marchas para que las mujeres pudieran atraer la atención de la sociedad sobre sus problemas.



1911
Como consecuencia de la decisión adoptada en Copenhague, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

Menos de una semana después, el 25 de Marzo, más de 140 jóvenes trabajadoras, la mayoría inmigrantes, murieron en el trágico incendio de la fábrica Triangle en la ciudad de Nueva York. Este suceso tuvo grandes repercusiones en la legislación laboral de los Estados Unidos, y en las celebraciones posteriores del Día Internacional de la Mujer se hizo referencia a las condiciones laborales que condujeron al desastre.

1913 y 1914
En el contexto de los movimientos pro PAZ que surgieron en vísperas de la primera guerra mundial, las mujeres rusas celebraron su primer Día Internacional de la Mujer el último domingo de febrero. En el resto de Europa, las mujeres celebraron mítines en torno al 8 de Marzo de 1914 para protestar contra la guerra o para solidarizarse con las demás mujeres.

1917
Como reacción ante los 2 millones de soldados rusos muertos en la Primera Guerra Mundial, las mujeres rusas escogieron nuevamente el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de "pan y paz". Los dirigentes políticos criticaron la oportunidad de la huelga, pero las mujeres la hicieron de todos modos. El resto es historia: cuatro días después el Zar se vio obligado a abdicar, y el gobierno provisional concedió a las mujeres el derecho de voto.
Ese histórico domingo fue el 23 de febrero, según el calendario juliano utilizado entonces en Rusia, o el 8 de Marzo, según el calendario gregoriano utilizado en otros países.

A medida que el feminismo fue cobrando fuerza en todo el mundo, el Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue perdiendo su carácter obrero, pasando a ser una jornada de lucha en la que se reclaman los derechos de todas las mujeres en todos los ámbitos. Año tras año, miles de mujeres salen a las calles de todo el mundo para demandar nuevos derechos, defender los ya conquistados y luchar contra aquellas leyes que las discriminan o que rechazan el principio de igualdad de sexos y de oportunidades. Así, esa fecha conmemorativa es cada vez más una ocasión para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función extraordinaria en la historia.

Cuando las mujeres de todos los continentes, separadas por fronteras y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales, económicas y políticas se unen para celebrar su día, alimentan una tradición de 90 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.


Así también, en algunos lugares esta conmemoración, que simbolizó la lucha de las mujeres por sus derechos, perdió en los últimos años el sentido reivindicativo.  Se confunde con una celebración y, en este día, los hombres regalan flores o diferentes regalos a las mujeres buscando crear un ambiente festivo para ellas.
Y, en paralelo, en numerosos lugares del mundo las mujeres siguen demandando derechos básicos como acceder a la educación, la cultura, el trabajo o la política..., por lo que el carácter reivindicativo de la fecha no ha perdido el sentido.

En el 'mundo civilizado' hoy las mujeres expresan su voluntad de participar en condiciones de igualdad en sectores en los que tradicionalmente su participación ha sido ninguna o minoritaria.

Así, cuando decimos Día Internacional de la Mujer, estamos hablando de un movimiento que nació desde la necesidad de crear un espacio de expansión, reconocimiento y respeto para la mujer, en el entendido de que de las sociedades contemporáneas no lo tenían concedido, como lo hacían con los hombres.

A las mujeres ‘civilizadas’ de hoy nos resulta inimaginable caminar al menos 2 pasos por atrás del hombre, agachar la cabeza cuando nos habla, ‘tener que’ ser su sirvienta sexual para no enfrentar castigos, comer solo de las sobras que deja, ser paria social si es que enviudamos, amputar nuestra sexualidad por limitación de derecho, ser violadas por los familiares del marido si él considera que estamos ‘mirando pa’l lado’, ser quemadas si de alguna manera lo contrariamos, acceder en el mercado laboral únicamente a las tareas que los hombres consideran indignas… y en fin de iniquidades que, antes del movimiento de liberación que iniciaron nuestras abuelas, era la norma del día a día…. y no solamente en los países ‘incivilizados’.

Sin duda… y muy lamentablemente…, que hay mujeres contemporáneas aún viviendo en esa prehistoria de la conciencia. Ejemplos son la burka, la castración femenina, las violaciones correctivas -que a las ‘occidentales’ nos parece una realidad inmensamente lejana-, o la violencia física y psicológica que para esta zona del planeta es el pan de cada día.

Muy probablemente por tendencias del ciclo evolutivo, fueron generaciones de generaciones en las que la mujer perdió/entregó todo su poder. El trauma de la Edad Media, por ejemplo, cuando nuestra magia femenina fue tan cruda y cruelmente amputada… y cuando nuestra hermandad se contaminó por supervivencia. Tan fuerte y profunda la herida, que nos pena hasta estos días. Si no ponemos atención, las mujeres somos las mejores enemigas de las mujeres…, nos enfrascamos en batallas por hombres (o títulos, o reconocimientos, o aplausos…, copiando la forma masculina), usamos estrategias ultra-creativas para opacar o sacar de pantalla a las otras…, nos serruchamos el piso, hablamos a espaldas, desprestigiamos con saña… y en fin, de muchas maneras somos merecedoras del ‘título’ de brujas que nos han puesto los hombres, en la asociación que hacen con la ‘vieja fea de lunar con pelos y voz chillona’…. y no de la mujer sabia que conoce los secretos de la magia.

Y habiendo renunciado a nuestro poder frente a tremenda presión de la tendencia cultural, terminamos verdaderamente creyendo que no éramos parte de la especie humana, excepto para la función de procrear.

Así que ¡¡cómo no vamos a agradecer a nuestro subconsciente femenino bendito!! que se las arregla una y otra vez para recordarnos lo que es ser MUJER, el infinito honor que es encarnar para honrar este género de la especie, los inmensos poderes asociados al útero, la magia profunda y encantadora de nuestra relación con la Luna… y en fin, sensaciones y pulsos con tanta fuerza, que las cadenas se rompen y el canto de nuestro corazón vuelve a bendecir y fructificar la Vida en nuestra amada Tierra.

Los años en los que este renacer de la conciencia- poder femenino empezó a mostrar su capullo, fueron tiempos de catapulta de la ‘oscuridad social’, tomando como referente la historia occidental y los líos que desde estas coordenadas contaminaron a otros puntos del planeta. Tiempos en los que la ‘economía de mercado’ empezaba a atrapar las almas con la cantaleta de que ‘en tener está el verdadero poder’… y así empezó la locura de ‘educarse’ para asegurarse mejores oportunidades, que degeneró en la mega industria educativa ‘ñammmm, quiero más y más $$...slurp slurp’ de esta modernidad. Tiempos en los que el virus del alma humana tuvo enorme cantidad de alimento…, y se fortaleció tanto que infectó a toda una civilización. Tiempos en los que el tema empezó fuertemente a ser ‘ooohh, el PROGRESO’, en desmedro y agresión de todos los valores, no solamente del propósito humano sino del propósito de la familia planetaria.

Así, entendiendo el carácter de reivindicación que tiene el 8 de Marzo…, también entendemos que ahora los tiempos son otros, así como es otra la vibración de nuestra amada Madre Tierra y que ya no sirve que nuestra estrategia se base en la lucha, simplemente porque ese despliegue y consumo de energía no es natural de la mujer. Sin duda que en un período de la historia ha sido muy necesario que nos emplacemos como ‘hombres con tetas’, usando la energía que conocíamos y asociábamos con el poder: la masculina. Más el arte de ciclar siguiendo el espiral evolutivo hacia arriba, se expresa en la ‘nueva’ claridad del enorme poder que tiene la COHERENCIA (un ejemplo claro y concreto es la luz laser), que nos sugiere a las mujeres sostenernos en nuestro potencial inherente al género que estamos encarnando… y dejar de imitar los recursos masculinos, que nos pueden llevar al Sol (inteligencia racional, habilidad cognitiva, ciencia) más nos alejan más y más de la Luna (sabiduría intuitiva, inteligencia emocional, magnetismo, magia), que es precisamente el pilar que venimos a sostener.

La mirada Lunar (femenina) de la vida es circular. No es que el amado Sol no sea también redondo, sino que su emisión de energía es directa, impulsiva, penetrante, a través de rayos..., mientras que la de la bella Luna es sutil, pausada, envolvente, a través de ondas. El pulso lunar no delimita, sino más bien expande…, unifica en vez de separar… y así también impregna profundamente en vez de concentrarse en la superficie. Basta tomar un baño de Sol y otro de Luna para tener la experiencia directa de estas diferencias.

Y ni la Luna mejor que el Sol… ni el Sol mejor que la Luna. Ambxs mejores y maravillosxs, complementándose a través de sus ‘funciones’. El día es territorio del Sol (yang), la noche es territorio de la Luna (yin)…, si no fuera por la Luna durante la noche (¡¡mitad de la vida!!) olvidaríamos que existe el Sol, y si no fuera por el Sol la Luna sería del todo invisible.

Es tan importante que las mujeres volvamos a ser mujeres y a sintonizarnos con el ritmo lunar, que ni alcanza ni sirve un puro día al año para develar lo que nos sirve recordar. En un día de enfoque conjunto podemos avanzar con la ‘reivindicación’ en relación a un aparato social, más no podemos restaurar el tejido de nuestra hermandad, que al final del día es lo que más importa, ya que desde ahí surge todo lo demás.

El 8 de Marzo de cualquier año puede caer en cualquier fase lunar…, porque es una fecha fija dentro de un calendario solar. Así, la propuesta es honrar esa fecha fija como el día en que:

· Recordamos el enorme valor de nuestras abuelas para hacerle frente a un gigante come-mujeres (la sociedad de entonces) y abrirnos el camino de tan poderosa manera;

· Chequeamos, como comunidad femenina, cómo van nuestros avances dentro de la organización social (por ejemplo, igualdad laboral);
· Acogemos (en el espacio de medicina y transformación de nuestro corazón) y ‘elevamos’ colectivamente a nuestras hermanas aún atrapadas en los sistemas socio-políticos del pantano sin-derechos.

Y usemos los 364 días restantes para pulsar muy conscientemente por la reconciliación de la mujer con su esencia profunda…, porque si la mujer no sabe quién es y no cree en el honor y privilegio de SER MUJER, difícilmente la va a poder honrar una sociedad, por más civilizada que se considere. Celebrar-nos en cada Luna Nueva en Círculos de Mujeres (la fase de la Magia Femenina, del despertar de la memoria ancestral), ofreciendo el canto de nuestros corazones, tejiendo redes de conciencia femenina para ‘levantar’ a nuestras hermanas en todos los rincones del planeta, para crear un efecto dominó de ‘firmeza dulce’ que pueda verdaderamente armonizar con la conciencia masculina… en vez de competir-la y luchar-la.

Si el Día Internacional de la Mujer se sostiene como un evento político, no solo estamos perdiendo el sentido sino que también estamos contaminando el propósito de la Medicina de Mujer.

Leía hace un rato la declaración del Secretario General de la ONU sobre la implicancia que tiene ese día, hablando incluso del ‘punto de vista femenino’.  Cuéntenme, ¿qué tiene que hacer un hombre, por más respetuoso que sea, interpretando un pulso, un sentimiento, un bagaje, una herencia… que habla el lenguaje del Corazón de Mujer, el lenguaje de la útera?  Si de respeto igualitario se trata, mínimamente que le pida a UNA colaboradora que la redacte y transmita. (entre paréntesis, ya se habrán dado cuenta que la forma ‘políticamente correcta’ de redactar, comunicar, difundir y etc. es ignorando, a como dé lugar, el sentimiento…, usando solamente el recurso solar).

Lo mismo digo de las celebraciones de ese día organizadas y convocadas por hombres…, que se plantean como ‘un programa de actividades’, porque claramente no tienen el pulso uterino para leer y/o entender que tejer conciencia femenina no pasa por hacer y actuar, sino más bien por reposar la energía y permitir que se expanda y entrelace.

Aquí el tema no es feminismo recalcitrante…, el tema es COHERENCIA, que es un atributo tanto Lunar como Solar.


Usando el beneficio de la masa crítica que se puede generar en una convocatoria global, como la que sucede el 8 de Marzo, sugiero a la Familia Humana, hermosas mujeres y hermosos hombres, poder apoyar ese día el rezo de que se abra más más y más el portal por donde fluye la Sabiduría de la Diosa, a través de ceremonias, rituales, círculos….. y dejar la estrategia ‘lucha' en el lugar que le sirve estar: en el pasado.
Esto no significa que la reivindicación no sea importante, porque sí lo es, más sí significa que puede hacerse de una forma no-combativa.

El GRAN aporte de la mujer para estos tiempos de cambio profundo, que es además la GRAN medicina para armonizar a la especie humana, es simplemente y precisamente: ejerSER  como MUJER.

Y dejemos que las mujeres sean las que organizan y encauzan los temas de mujeres.

Una ‘curiosidad’  que no estaba en mi canasta de saberes: ¡¡‘inventaron’ también el Día Internacional del Hombre!!

El Día Internacional del Hombre (DIH) se celebra el día 19 de noviembre. Fue inaugurado en 1999 en Trinidad y Tobago, luego se extendió a Australia, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Jamaica, Hungría, India, Irlanda, Malta, Reino Unido y Perú. Actualmente es un evento internacional, apoyado por Naciones Unidas. La ONU tiene planteado fijar este día para el 19 de Marzo, por ser el día del Padre de Jesús, es decir, San José.


Y bien..., caminemos de tal manera, que todos y cada uno de los días sean el Día de la Vida y de Todaos sus Integrantes…, mujeres y hombres de esta hermosa especie humana…, y así también toda expresión de la conciencia que busca complementarse en todas las especies hermanas con las que compartimos nuestra amada Nave Tierra.

¡¡Namaste!!


Samai 

samai.mujermedicina@gmail.com

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