El diccionario dice de lágrima: gota que segrega la glándula lagrimal, y en la definición no la asocia con emocionalidad. De hecho, la función básica de las lágrimas es mantener al ojo lubricado, independiente del estado anímico que haya detrás.
Desde esa función automática del sistema nervioso que, en condiciones ‘normales’ está constantemente dando órdenes para que suceda, producimos lágrimas laos humanaos y también las producen laos hermanaos animales.
Hace más de trescientos millones de años una variedad de peces evolucionaron a anfibios. De entre los muchos cambios experimentados aparece la formación del aparato lagrimal, cuya función principal es la de mantener el ojo húmedo y evitar su desecación. Cada especie animal ha desarrollado su aparato lagrimal. En la evolución del hombre éste ha variado muy poco desde la prehistoria hasta nuestros días. Quizás el cambio más notable haya sido la aparición del llanto emocional, también llamado afectivo.
El aparato lagrimal es el encargado de fabricar las lágrimas (porción secretora) y de eliminarlas (porción excretora). Aunque algo menos del 10% de éstas se evaporan y una mínima parte es absorbida por los tejidos adyacentes, la mayoría de las lágrimas se excretan hacia la fosa nasal desde donde pasan al tracto digestivo. Los egipcios creían que las lágrimas venían del corazón (papiro de Ebers), Hipócrates del cerebro (siglos V y IV a.C.), y los árabes de las venas de la frente, sienes y cerebro.
Fuente: Centro de Oftalmología Barraquer
Y aunque la ciencia tiende a afirmar que el llanto emotivo es exclusivo de la especie humana, hay versiones que también incluyen a los mamíferos. Personalmente, he visto a un perro llorar de pena.
Entonces, el aparato lagrimal no solo sirve para mantener al ojo húmedo y lubricado, sino también para aportar la posibilidad de mover emociones… o para que las emociones tengan un vehículo de expresión y/o salida. Y en la especie humana tienen lacrimales tanto las mujeres como los hombres…, y hasta donde se sabe, son idénticos. Lo que varía es la función que le atribuye un género o el otro.
En la naturaleza femenina, llorar es un ingrediente irremplazable y multifuncional, que nos sirve para expresar emociones (lloramos de pena, de rabia, de alegría, de júbilo, etc. y etc.), para expresar estados internos menos fugaces (lloramos de frustración así como lloramos de plenitud), para re-conocernos (ooohhh, no sabía que aún sentía eso!!), para re-equilibrarnos (¿quién no se siente en la gloria después de una buena catarsis de llanto?), para mostrar solidaridad, para liberar estrés, para poner límites… y hasta para comunicarnos. Y sin duda que tiene muchas otras funciones más.
El llanto femenino también ha tenido la función de 'conseguir lo que quiero' en la historia del género (en algo se inspirarán las tramas de telenovelas jajajajaaa)... y por lo mismo también ha sido de muchas maneras 'estigmatizado'.
Dentro de estas socio-culturas, cuando en la niñez temprana se empiezan a diferenciar los géneros (las niñitas esto y los niñitos lo otro), a las mujeres nos permiten y alientan a conservar el recurso ‘hartas lágrimas’ –llanto-, porque se considera ‘femenino’… y ya sabemos lo que sucede con los hombres. Niño que llora no es macho… y si no es macho, es mariquita… y así, se les amputa desde temprano el derecho a honrar esta medicina natural y excepcional.
Desde ese cernidor que separa macho de mariquita en base a la relación con el llanto, las mujeres quedamos en el casillero de ‘frágil’, por lo mismo que llorar se asocia con falta de fuerza… y fuerza –en ese sentido- con desconexión de los lacrimales, con el costo que va asociado. Más allá de ser agüita lubricante y limpiadora de los ojos, las lágrimas son un elixir sanador, no solo actuando en los tejidos oculares y el sistema inmunológico, sino también en los cuerpos de energía, en el alma.
Y así será como ciertas culturas empezaron a cultivar la des-inteligencia emocional. Como dicen Eva Bach y Pere Darder en su libro ‘Des-edúcate’, llorar está mal visto, se interpreta como un síntoma de debilidad o desequilibrio, y no acostumbra ser agradable para quién lo ve o para quién lo hace. El llanto es una respuesta natural y saludable, y en ciertas ocasiones resulta sumamente gratificante o liberador llorar, pero socialmente no está bien visto. La sonrisa es un signo de éxito, e importa poco si se corresponde o no con el estado interior de la persona. El llanto, en cambio, es un signo de derrota.
Llorar es necesario. El llanto es un mecanismo fisiológico que produce una descarga emocional. Lloramos para liberar la tensión que nos produce una situación que nos supera, no lloramos por que sí. Todo aquel que llora lo hace por una razón importante para sí, aunque a veces la desconozca o no sea comprendida o importante para otro(s).
Y esto corre para mujeres y hombres.
Una frase célebre de Rabindranath Tagore, filósofo y escritor indio: ‘Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas’. No se trata de quedarnos pegadaos en el llanto y la emoción asociada… y dejar de ver las sugerencias con destino grato que nos hace la Vida…, como tampoco se trata de nunca llorar, porque la emoción acumulada también impedirá que veamos las estrellas.
Para profundizar en el lenguaje de las lágrimas, sirve entenderlas desde su manifestación física-fisiológica, aprovechando que la Ley Universal es inmutable: como es adentro es afuera, como es afuera es adentro. Y así, el elixir sanador ahí ‘afuera’ nos da valiosísimas pautas para interpretar lo que el alma quiere contarnos.
Las lágrimas se clasifican en 3 tipos:
- basal (proporciona al ojo humedad constante).
- refleja (respuesta defensiva a alteraciones en el tejido ocular, cuerpos extraños, deslumbramientos, etc.).
- emotiva (surge para expresar sentimientos.
Composición
Están compuestas entre 87 y 98.3% de agua (varían las versiones) y el resto son sales minerales, sodio y potasio, mucosidad, enzimas bactericidas llamadas lisozimas, gran contenido de glucosa, proteínas (lisozima, lipocalina y lactoferrina) y lípidos. También contienen prolactina (tanto en mujeres como en hombres), metabolitos y electrolitos.
Si bien no hay evidencia científica de que la composición química (ingredientes) de las lágrimas sea distinta dependiendo del motivo del llanto (pena, alegría, miedo, etc.), si la hay en relación a las concentraciones de los compuestos. La concentración de proteínas varía entre las lágrimas emocionales y las lágrimas producidas por irritantes (ej. un cuerpo extraño en el ojo). Probablemente ustedes también han percibido un sabor más-o-menos-intenso en los distintos lloros.., en lo personal, las lágrimas de ‘emociones opresivas’ me resultan menos saladas y más amargas que las expansivas, y me quedo con la sensación de que varía también la concentración de sodio y alguna otra cosilla.
Funciones ‘oficiales’ de las lágrimas
• Metabólica: Nutrición del oxígeno acumulado en la capa acuosa para la córnea (se distribuye con el parpadeo).
• Óptica: la lágrima se adhiere como un lente que, junto con la cara anterior de la córnea, forman una superficie de aprox. 48 dioptrías. Esta función se altera si se alteran las lágrimas.
• Bacteriostática: por sus componentes lisozima y gammaglobulina, altera y deshace las paredes de las bacterias.
• Lubricante: impide que la córnea se seque.
• Protectora: atrapa y arrastra cualquier cuerpo extraño con el parpadeo.
• Fotoabsorbente: absorbe parte de los rayos ultravioleta de la luz solar.
• Humectación nasal.
Wikipedia dice que la producción de lágrimas es mayor en hombres que en mujeres (claramente no se refiere a las lágrimas emocionales), y que en las mujeres disminuye en fases del ciclo menstrual…, más no aclara en que fases. Tampoco pude encontrar info específica… y si tuviera que elegir una fase, sería la Luna Creciente personal (segunda semana post-menstruación), cuando el sistema está lleno de energía para florecer y la inmunodefensa naturalmente alta.
Y vamos ahora a tejer la mirada científica con el propósito de la lágrimas:
El nombre ‘científicamente correcto’ para lágrima es película lacrimal, formada por 3 capas de apenas micras de espesor:
1. Capa lipídica, externa, se mantiene en contacto con el exterior a través del aire. Es producida por glándulas situadas en los bordes del ojo y en la carúncula (el pequeño porotito en el canto interno de los párpados) y está formada por sustancias grasas y aceitosas.
Su función es proteger a la córnea y superficie ocular de cuerpos extraños (sólidos, líquidos o gaseosos) que puedan estar en el ambiente, capturarlos y eliminarlos mediante el parpadeo…, disolver organismos invasores por la acción de la lisozima… y también la función de regular la evaporación de la siguiente capa, que es acuosa.
Entre los lípidos que componen esta capa, está la oleamida, que se identificó primero como un lípido en el cerebro, donde una de sus funciones es inducir el sueño. La oleamida también desempeña otras tareas imortantes en el sistema nervioso.
Al contener esta capa compuestos importante para barrera de protección (lisozimas y gammaglobulinas), es parte del sistema inmunológico.
Esta primera capa ya nos sugiere que, cuando nos sentimos vulnerables, las ganas de llorar tienen que ver con activar/discernir aquello que estamos viendo/viviendo…, para dejar entrar lo que nos aporta y cerrarle el paso a lo que nos consume (inmunodefensa psíquica).
La oleamida podría perfectamente aportarnos el lente del ‘ensueño’, para ver más allá de lo obvio, tal como lo hacemos durante el sueño.
Una de las 3 patitas del lenguaje universal es el código de la Luz (las otras son sonido y geometría)… y son los ojos, principalmente, los que reciben ese tipo de comunicación. Y también se dice que los ojos son el espejo del alma…, así que al crear la Gran Sabiduría a esta especie, probablemente puso esta capa como un filtro.
Más sobre la Lizosima: descubierta por Fleming (el mismo de la penicilina), es una enzima presente en las lágrimas y la saliva, donde actúa como barrera frente a las infecciones. Hay lizosimas también en el bazo, pulmones, leucocitos, plasma, cartílago y leche materna.
2. Capa acuosa, producida por la glándula lacrimal principal y las glándulas accesorias, se considera la más importante, ya que congrega a la mayor parte de sustancias nutritivas, minerales, protectoras, de deshecho, etc., y también concentra el oxígeno procedente de la atmósfera.
Ya sabemos que el agua es, en esta dimensión biológica, el elixir de Vida y también la base de la comunicación (para quienes aún no conozcan el trabajo de Masaru Emoto, recomendarles mucho que lo exploren, hay abundante info en la web). Aquello que la primera capa deja entrar es, en esta segunda capa, impregnado… para producir ‘eco’ y avisar al resto de las moléculas de agua en el cuerpo sobre el ‘asunto’ con el que estamos interactuando.
Y ¡¡ojo!! que en esta capa también se concentra el oxígeno, el otro componente esencial para sostenernos habitando el cuerpo. El oxígeno se comunica directamente con la lágrima por estar ésta ‘expuesta’, como lo están la piel, el pelo/vellosidades y las uñas.., mientras que la ruta de oxigenación para el resto de los fluídos y tejidos sucede por el torrente sanguíneo, que recibe oxígeno desde los pulmones. Así, el oxígeno se asocia de manera especial con ese órgano, que a su vez es el ‘depósito’ de la emoción que llamamos pena/tristeza… y por la simpleza de la ley de resonancia, esta segunda capa responde especialmente a esa emoción, tal como lo hacen la piel y el pelo (encanecer, arrugarse).
Hilando más fino aún, tráquea y bronquios –ruta del oxígeno hacia los pulmones- están asociadaos con la intolerancia, que suele tener base en el miedo al fracaso (desde donde nace la frustración). Aquello que vemos y no aceptamos, porque no se parece a lo que nos dijeron que debería ser (¿les suena educación?)…. y que es la base de todas las ‘itis’ (inflamaciones) en el ojo.
Nuestro sistema registra que, si la primera capa lo dejó pasar, quiere decir que nos sirve… y así nos nutrimos de ello (ejemplo: la ‘naturalidad’ de la violencia en la juventud actual, por tanto ver y ver violencia en monos animados y juegos digitales). Si la primera capa no está ‘atenta’, la cultura de marketing en la que vivimos fácilmente nos pasa ciruela añeja por dátil.
¿Será muy loco pensar que podemos fortalecer esa segunda capa respirando de manera eficiente? ¿o que renovándola (llorando) podemos aclarar los pulmones?
Personalmente, creo que de loco no tiene nada… y de cuerdo ¡¡todo!!
3. Capa mucosa, producida por glándulas distribuidas por toda la conjuntiva (membrana que recubre el ojo), está en contacto directo con la superficie del ojo y sirve de soporte para la capa acuosa, permitiendo que la lágrima no caiga por efecto de la gravedad y más bien se sostenga dentro del ojo para cumplir sus funciones.
Aaahhh ¡¡que bonito!! Es ahí donde nos sirve afirmarnos…, en la síntesis del proceso de selección/discernimiento y su potencial nutricio. Poniendo la suficiente atención, podemos re-conocer y honrar nuestro propio cauce y ritmo, en vez de seguir la corriente (caer con la gravedad). Y dado que el cauce y ritmo cambian como cambia la Vida misma, no producimos un conjunto de lágrimas que han de durarnos toda la vida, sino que estamos renovándolas continuamente.
Aquí lo importante es que ese soporte verdaderamente sea TÚ síntesis (tu propia interpretación, tus propias creencias, tus propios sentimientos, etc.).
Así, llorar también nos ayuda a renovar la capa mucosa y deshacernos de las energías ‘mimetizantes’ que hayamos dejado entrar… y que claramente nos confunden y nos alejan de nuestra autenticidad.
Entonces… ¿dejamos de hacer todo lo que hacemos y nos dedicamos solamente a llorar? Pues no…, nada más ponemos atención para honrar los momentums cuando nuestra Sabiduría, sea en el alma o en el cuerpo, nos pidan hacer una descarga lagrimal copiosa…jajajajajaaa, el nombre ‘científicamente correcto’ del llanto.
Así, desde la ‘anatomía y fisiología de la lágrima’, vemos que el componente esencial de la medicina del llanto es la posibilidad de protegernos, depurarnos, nutrirnos, sostenernos y renovarnos a nosotraos mismaos…, con el resultado natural de LLENARNOS de Vida, con lo que eso signifique en el plano en el que nos estamos desenvolviendo.
Volviendo a lo que dijo Tagore y honrando su claro mensaje, veamos cómo se ve desde este otro lugar: Si no lloras lo necesario por haber perdido el Sol, las lágrimas tragadas (reprimidas) te harán ver mounstruos en lugar de estrellas.
Y bien, de regreso al tema cultural… ¿entonces qué pasa con los hombres, si fueron privados de esta posibilidad?
Voy a comentar sobre los hombres que aún no se atreven a asumir simple y llana humanidad. Ambos géneros fueron dotados de lacrimales… y con un propósito similar. ¿Para que renegar de la perfección de la Creación?
• No ponen atención a las emociones que los hacen ‘vulnerables’ (que los hacen parecidos a las mujeres)…, más bien tienden a taparlas porque los distraen de lo que consideran ‘importante’: resultados, soluciones. Y así, acumulan y acumulan.
• Viven el llanto como un último recurso…., macho-macho… hasta que duela tanto que simplemente supere y no se pueda contener. Habitualmente sigue una resaca de vergüenza por haber sido ‘débiles’.
• Ponen atención a las emociones que los ‘fortalecen’, como la rabia…, sin detenerse a revisar su origen verdadero (la propia vulnerabilidad). Así, dan vuelta la página en la superficie ignorando las corrientes profundas… y siguen acumulando.
• La emoción ‘vulneradora’ que no explota, implota…, habitualmente en el corazón. La incidencia de infartos es notablemente mayor en hombres que en mujeres.
• Escapar continuamente de la amenaza del ‘mundo emotivo interior’ les provee una imagen masculina concordante con los códigos culturales. No se entrenan en el arte de depurarse de emociones vulneradoras, de manera que les resulta extraño ‘eso que hacen las mujeres’ … y les resulta ofensivo que otros hombres lo hagan.
Claramente hay hombres que han pasado ya esa barrera…, pueden conmoverse profundamente y no solamente valorar la posibilidad de llorar, sino que además empatizar con el llanto ‘ajeno’.
En este camino de terapia para el alma, he visto suficientes veces hombres transformar su vida en la dirección de sus anhelos más profundos, simplemente por atreverse a reconciliarse con el llanto.
Y sin embargo, no es una tarea ‘fácil’, no solamente por el condicionamiento socio-cultural, sino también por su propia biología. Hay estudios que demuestran que la testosterona, producida en grandes cantidades, inhibe el llanto…, lo que resultaría en ‘a más macho recio, menos registro de que llorar es natural y además medicina’.
En mi experiencia personal y terapéutica, he comprobado que la ‘configuración energética de base’ (que se puede ver, por ejemplo, en la carta natal) influye de manera importante la relación con el llanto emocional. Las personas con exceso de aire y poco agua, sean hombres o mujeres, suelen tener una relación ‘tensa’ con el llanto.
Lloramos desde antes de nacer, por lo que no es una conducta aprendida, sino que más bien un recurso natural, que agarrará una u otra tendencia según la ‘configuración de base’ y los mandatos/influencias del entorno en el que crecemos.
Como casi todos los fenómenos humanos, llorar, es una síntesis de biología y cultura.
Llorar es un acto complejo que involucra las esferas psicobiológicas, cognitivas y sociales de una persona.
(Fuente: IntraMed)
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Lágrimas femeninas emiten señales...
...dice un estudio recientemente pubicado por un equipo israelita de científicos.
La información llega cuando llega…, todo en el momentum perfectum desde la precisión que tiene la Vida. Y sin embargo, hubiera hecho tanta diferencia saber esto 30 años atrás!! jajajajaaaa, ahorro de guatazos, impactos y colapsos varios…. y claro ¡¡toneladas cúbicas de lágrimas!!
El estudio demuestra que las lágrimas femeninas emiten señales químicas con solo olerlas (algo muuuy interesante, considerando que las lágrimas no tienen olor)... y que producen un efecto de descenso en los niveles de testosterona de los hombres. O sea, cuando las mujeres lloramos, los hombres dejan de vernos atractivas, su líbido se toma vacación... aunque nos veamos así.
Lágrimas son lágrimas... dice la respuesta bioquímica de los chiquillos. Jajajajaaa, se me ocurre que empiezan a vernos como a su madre, sus hermanas o sus hijas... y chau panorama!!!
Falta saber si los hombres del estudio estaban o no reconciliados con el llanto.
La noticia fue un boom en la web, hay hartos sitios publicándola (pongan 'llanto femenino y testosterona' en el buscador). El estudio completo está publicado en inglés en la revista Science, hay que pagar para verlo.
Ofrecen un próximo estudio con mujeres oliendo lágrimas masculinas. Ayayayyy, a ver con que nos sorprenden...
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En siguientes publicaciones les compartiré:
• Lacrimoterapia, medicina emocional preciosa y precisa.
Especie de ‘homeopatía artesanal’ hecha con las propias lágrimas…, funciona MARAVILLOSAMENTE.
• La maravillosa medicina de la catarsis.
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Bendiciones hermosas para todaos…, agradeciendo a la Conciencia Creadora de Vida por el poderoso arte sanador de llorar. ¡¡NAMASTE!!
Samai
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