Cultura de copy-paste…, cultura de wannabe

Observando a través del tiempo, llegué a la conclusión de que el estancamiento espiritual de la ‘cultura occidental’ (cultura urbana pro-desarrollo, que no pondera el costo sobre el equilibrio natural) tiene todo que ver con la negación y/o amputación de su potencial creativo, propio de las coordenadas terrestres donde cada persona o grupo humano concreta su nueva encarnación humana.

Por ejemplo, el potencial creativo en India se expresa en la música ondulante mientras que el potencial creativo en el altiplano andino se expresa en ritmos punzantes y más penetrantes.  Así también podemos comparar el potencial creativo el antiguo Egipto expresado en geometría jerárquica (pirámides en punta), el potencial creativo de los antiguos Mayas expresado en geometría de integración razón-emoción (pirámides chatas) o el potencial creativo de los antiguos habitantes de la tierra andina, que con su arte de amasar la piedra buscaban evitar los ángulos rectos y así permitir que la línea y la curva se conjuguen y  fluya en libertad.

Si elegí encarnar en las coordenadas que llamamos sud América, la expresión natural de la energía tiene características distintas que en las coordenadas nórdicas, y mi expresión creativa natural tendrá también el pulso de la energía del espacio-tiempo donde me recibió la Madre Tierra.  Así, el forzar mi expresión creativa hacia el modelo nórdico  no solamente confunde mi pulso natural sino que también y de muchas maneras,  ‘tuerce’ mi destino.

Y además del potencial creativo inherente a las coordenadas planetarias, están los matices propios de cada espíritu individual, que hace posible la expresión del arcoíris en todas las áreas del quehacer humano.  Por ejemplo, los restaurantes…, que siendo todos instancias para ofrecer alimento y etc., suceden en variedad de decoración, ambientación, ingredientes,  sazones, texturas, orígenes, etc.  Así también estudios de danza, salas de yoga, diseños de autos, decoración de repostería, diseño de sitios web y etc. etc. etc.
Y a pesar de estar dotadas de un potencial creativo expansivo y multiversal, estas culturas han desarrollado la tendencia a ignorarlo, minimizarlo o, en el mejor de los casos, postergarlo hasta que no quede más remedio que usarlo.

Es bien evidente la tendencia a copiar la expresión creativa de otraos, sea en el  mundo del arte, de la música, de la literatura, de la comida, de la moda… y ni que decir en el mundo de los negocios.  Alguien abre una tienda de x-y-z que resulta ser exitosa, y en menos de lo que canta el gallo ya hay 10 tiendas con los mismos componentes y tendencias…, sin duda con un fundamento muy válido que es la tendencia del mercado.  Y sin embargo, eso no quita que de todas maneras el potencial creativo se esté estancando.

Esos patrones mentales y formas de navegar la vida luego se traducen en parálisis frente a los desafíos…, que son el terreno fértil para que germinen las dependencias.  Un ejemplo clásico es la dependencia masiva con la industria farmacéutica.  Se materializa el desbalance (síntoma) y en vez de mirar hacia adentro en busca de explicaciones y soluciones (usar el potencial creativo), la masa parte corriendo a la farmacia en busca de algo que permita ignorar, probablemente una vez más, el origen del ruido físico y así seguir pretendiendo que ‘todo está bien’.

Dependencias con relaciones, con modelos sociales (status), con otro tipo de sustancias que no venden las farmacias, con comida, con reconocimiento, con aplausos, con moda y un gran etc.  La moda es una clara señal de cuánto estas sociedades/culturas ignoran su potencial creativo, para honrar solamente el del diseñador de turno…, sea en vestuario, en cortes de pelo, peinado, arquitectura, etc.  Claramente que la dependencia con la moda tiene ingredientes que fomentan el desconocimiento del propio gusto, o al menos lo anestesian…, más independiente del motivo, el resultado es sistemáticamente el mismo:  no honrar la propia energía, las propias tendencias, el propio potencial creativo…., que al final podría perfectamente dar lo mismo, si no fuera por la infelicidad que genera.

Si llevamos ese modo al terreno religioso o al espiritual, el copy-paste es también notorio y notable.  Tendencias que se originaron en ciertas coordenadas planetarias, en relación a ciertos ingredientes naturales o símbolos con la energía propia de esos lugares, se importan desde puntos distantes del planeta y aplican con el mismo criterio.
Veamos, por ejemplo, la religión musulmana, originada en las coordenadas del medio oriente, con entornos naturales más bien áridos (simples, sin mayor decoración), que requieren de esfuerzo y persistencia (lucha) para ser habitables…, lo que se traduce en su forma de vivir la religión.  O la religión hinduista, originada en entornos más exuberantes, que se expresa con variedad de componentes (adornos, cánticos, danzas), esencialmente el componente de fecundidad (Lingham), fértil como las coordenadas planetarias donde se desarrolla.

Desde esa mirada naturaleza-expresión religiosa, es interesante el ejemplo de la India, con hinduismo en las tierras más abundantes, religión musulmana en las tierras más áridas… y budismo en la zona norte montañosa.  El budismo, que en esencia es la elevación del pensamiento, brota en las tierras bajas que acogieron a Gautama Budha, más se desarrolla y preserva en las altas montañas, donde el aire es ligero y fino (aire es el elemento de la mente).

Otro ejemplo es la espiritualidad andina…, simple y ligera de elementos en la zona de la cordillera (tierra alta) y bastante más adornada en los valles y cabecera de selva.

Y bien, ejemplos para mirar la relación que  hay entre la naturaleza y las tendencias naturales humanas en las distintas facetas de su evolución… y entender que esos códigos no-conscientes dentro del potencial creativo son la esencia misma de la expresión cultural, que a la vez sirve de muy buena manera dentro del contexto en el que brota, desde el pulso que tiene la Vida en ese espacio planetario.  Con la tremenda diversidad en los Reinos que coexisten en nuestro amado planeta, no ha resultado una única expresión…, simplemente porque no es natural.  Y el desentendimiento de esta base ha dado lugar a tanto enredo humano, como las guerras que buscan imponer la tendencia que algunaos consideran única y universal.  De guerras por temas religiosos está llena la historia de la humanidad…, así como está llena de guerras por ambición de los frutos de la Tierra en coordenadas distintas a las que se eligieron para encarnar.

Combustibles fósiles…, petróleo, gas…, si fuera el único recurso energético, tendríamos petróleo en todas las coordenadas del planeta.  Tan estancado se puso el potencial creativo, que se busca sacar hasta la última gota para cubrir las necesidades de todo el mundo.  Y dado que la última gota ya se ve cercana, recién y frente al miedo, se libera algo de ese potencial, para encontrar alternativas…. y veamos que la tendencia sigue siendo alternativas NO sustentables, como por ejemplo el etanol.

¿Quién es responsable de la depredación del planeta?  Mmmm, varias multinacionales…, corporaciones más chicas que depredan a menor escala, gobiernos que dan luz verde y alientan esa situación…. y ahí podríamos quedarnos, desentendiéndonos de ser parte de la responsabilidad #1 en la cadena de destrucción:   la responsabilidad del consumidor común, por las opciones que toma en el día a día.  Las ‘multinacionales de la destrucción’ siguen haciendo sus fechorías porque les sigue resultando rentable, ya que hay una enorme masa humana que simplemente busca satisfacer sus necesidades inmediatas, sin que le importe en lo más mínimo las consecuencias de sus opciones.  Y esa tendencia también es un copy-paste del modelo consumista que se originó en las coordenadas que llamamos Estados Unidos y que tan hábilmente se exportó a todos los rincones del planeta.



¿Qué tal con la celebración de Navidad?  Es hasta vergonzoso que tengamos un copy-paste tan burdo, con un papanoel vestido para temperaturas bajo cero en el verano ardiente de América del Sur… u otras tierritas del hemisferio.

O la moda del Halloween, que simboliza la entrada al ‘tiempo de la muerte’, de la transformación, el invierno en el que la naturaleza para de burbujear y entra en una especie de catalepsia (Noviembre en el hemisferio norte)….. y que en el hemisferios sur se celebra con bombos y platillos en plena primavera, cuando la energía natural está pulsando por la nueva vida.  Copy-paste…, sin el mínimo atisbo de cuestionamiento y/o de adaptación al ritmo de la naturaleza en estas otras coordenadas.

Y más engorroso que disfrazarse de papanoel en pleno verano, es el disfrazarse de algún modelo espiritual  ‘nativo’ cuando elegiste genes de piel blanca y pelo rubio para transitar tu encarnación.  ¿Por qué no honrarte como quién verdaderamente eres… y desarrollar tu propia síntesis espiritual, tomando como base el pulso natural de TU esencia? ¿Por qué no honrar tu potencial creativo y creador, junto con el pulso de la Madre Tierra en el lugar que elegiste para hacer la diferencia?

Sin duda que es maravillosamente enriquecedor viajar e interactuar con diferentes culturas y modelos de espiritualidad…. y sin embargo, si ante todo no honras lo que la Tierra te inspira en el lugar donde transcurres, verdaderamente no estás haciendo NADA.  De esas experiencias planetarias puede nacer tu sincretismo, más es verdaderamente importante que lo construyas sobre la base de tú propia naturaleza, en común-unión con el pulso de la Madre Tierra en esas precisas coordenadas.  Hay una ‘falsa concepción’ del derecho de estar en común-unión con la Tierra, desde una tendencia a creer que eso es atributo únicamente de los nativos de cualquier zona planetaria.  Y como es atributo exclusivo, para tener la experiencia de esa común-unión y/o transitar en ese estado, tengo que transformarme en nativao.  Y dado que no lo soy, la opción es contarme el cuento de que si soy y además disfrazarme, para que me resulte más creíble.

Los nativos de Norteamérica usan un término para describir a las personas que, siendo parte de un código natural x, insisten en investirse de un código natural y, que sin duda puede darles satisfacciones, más como no los representa desde su ‘pulso terrestre y cósmico’, son satisfacciones limitadas en comparación a las que se logran  honrando el propósito esencial, del cual es un ingrediente importantísimo la decisión del alma de encarnar en las coordenadas donde encarnas.

El término es wannabe, que es una adaptación de ‘want to be’, y la connotación en español sería ‘quiere ser…, pero no es’.

Personalmente, conozco MUCHO  wannabeísmo en el ‘rubro’ en el que me muevo, junto con el copy-paste…. que llega a extremos tan incongruentes como en pleno valle de Santiago de Chile invocar al Espíritu del Oso para una medicina… o invocar en esas mismas tierras a la fuerza solar en el Sur y la quietud de los hielos eternos en el Norte.  Traspapeles invocativos simplemente por no caer en cuenta que la energía en el hemisferio Sur se mueve de distinta manera.  De partida, en el valle de Santiago no hay osos (descontando lo que pueda pasar en el zoológico)… y en la dirección del Norte tenemos la Línea del Ecuador (máxima solar), que resulta ser la dirección más burbujeante y activa…, en el extremo opuesto de la quietud de los hielos que se quiere llamar.  He participado en ceremonias sureñas en las que se invocó al Espíritu del Alce, que en algo se parece al huemul local, más sin duda que no es el mismo animalito…, así como he participado en ceremonias de la Línea del Ecuador para abajo en las que he sido seriamente reprendida por circular en el sentido contrario al reloj, cuando es en ese sentido que va el flujo natural de la energía en estas latitudes.  Claramente ese tipo de reprimendas  llegan de ceremoniantes del norte o de wannabes sureños que no adaptan el diseño a la naturaleza local:  copy-paste.

Así, en las ‘comunidades espirituales’ también hay guerras, disfrazadas de por tu bien, te voy a enseñar cómo se hace de manera correcta…, que nada más me parece otra versión de la rigidez y/o dificultad para aceptar las diferencias que encienden las guerras con armamento.  Tanto así, que también tienen su propia versión de las medallas de rangos y logros:  ‘yo estuve con tal maestro’, ‘yo tengo las bendiciones de –alguien rimbombante-‘, ‘a mí me apadrina –alguien rimbombante II-‘, ‘yo fui un alto sacerdote en mi última vida’, ‘mi forma es impecable’… y los etc. podrían llenar toda una biblioteca.  Una pasadita de un mes por la India (que habitualmente incluye algún tipo de carrete harto poco ‘espiritual’) es suficiente para auto-titularse ‘avanzadao’…, como lo es un par de meses en la selva peruana para volver convencido de ser gurú selvático y despreciar, entre otras cosas, la parte blanca de tu ADN.  Y así, con pasaje al Asia o al parque de la esquina, la/el wannabe insiste en despreciar al ‘sí mismao’ para copiar, a como dé lugar, algún modelo que le provea la sensación de importancia espiritual y la ilusión del reconocimiento.

Harto payaso hay en el circo de la vida…, hartas ganas de pintarse la cara para tapar la propia expresión, sea para satisfacer las expectativas de alguien, para causar algún impacto o para auto-venderse alguna pomada…, que no es lo mismo pero es igual.  Al final, toda decisión que favorezca cualquier tipo de disfraz llevará al mismo destino:  quiere ser…, pero no es.

En el territorio del copy-paste y del wannabeísmo, la tarea más importante de todas parece ser encontrar al propio maestro del disfraz…, poner atención para detectar en qué áreas y de cuantas maneras estamos pretendiendo ser lo que no somos, deshonrando nuestro propio pulso esencial.  Encontrar nuestro propio payaso, nuestro propio camaleón…, no para decapitarlo sino para contenerlo, amarlo y transformarlo.  Al final del día, toda necesidad de disfraz nace de una infancia martilleada con ‘así como eres, no es suficiente’… y claro, la estrategia de supervivencia se va hacia la ruta de copiar cualquier modelo que pueda considerarse valioso.

En los tiempos que corren, como payasos no vamos a llegar muy lejos…, aunque si podemos llegar muy hondo, que no es lo  mismo que llegar profundo.  Cuanto más ignores tu propio pulso, más miedo te crearás..., más necesidad de aceptación tendrás, más dependencia de la opinión externa generarás…., y pues más infeliz serás.

Me atrevo a decir que el 90% ‘depresiones modernas’ (pérdida de rumbo, insatisfacción crónica, angustia existencial, crisis de pánico y etc.) se sostienen en el hábito del copy-paste, que aniquila al potencial creativo y alimenta la necesidad del disfraz.

Elijo honrar ser quién soy…, y desde los genes que traigo, la cultura en la que camino, la forma en que me visto, el idioma en que hablo ¡¡celebrar que SOY HIJA de la TIERRA y SOY HIJA del CIELO!!..., celebrar que  de verdad no necesito nada más.

¡¡NAMASTE!!

Samai

1 comentario:

  1. holas
    estaba leyendo tu articulo, y me despejaron varias dudas, gracias....=)

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