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En lo
profundo del alma, está el anhelo de la complementación... y venimos a esta
experiencia terrenal a gestarla, cuidarla, nutrirla... para que finalmente vea
la Luz.
Dicen que
todo lo que estamos buscando también nos está buscando a nosotras..., y así el
encuentro es inevitable porque los pulsos complementarios se reconocen entre
sí.
Y
entonces... ¿qué es buscar?
Buscar es
tomarme el tiempo para indagar adentro qué es lo que quiero..., desde dónde lo
quiero, para qué lo quiero... y aclararme tanto, que el Universo no tenga dudas
sobre qué manifestar. Y dado que la Ley
es la Ley, para atraer hacia mi experiencia de vida esa manifestación, es
necesario que yo misma esté representando la energía que estoy anhelando. Si anhelo al príncipe (o a la princesa), no
me sirve estar en la energía de la rana, sino de la ‘realeza’ anhelada... y, si
no me ocupo de aprincesarme, la sorpresa será que detrás de la rosa encontraré
un sapo.
Y así nos
cuenta la vida que buscar nada tiene que ver con salir de cacería, con
producirse para promocionarse o con tener celestinas trabajando por turnos :D...,
y sí tiene que ver con nutrir la propia alma con la 'sustancia' anhelada, para
que se active la resonancia y entre en acción el imán universal.
También
tomar en cuenta que la 'buena búsqueda' invoca al complemento, no al clon..., a
la chirimoya que tan bien combina con la naranja y no a otra naranja... que
además se espera que sea ¡¡la otra mitad!!
El anhelo
de complementación…, cuya frustración genera tanta angustia en una buena parte
de la población (especialmentecorazón femenina), se resuelve complementándonos
PRIMERO dentro de nosotraos mismaos.
Integrar nuestras partes, re-conocer nuestros condicionamientos, patrones,
programas varios de ‘lectura de la realidad’, con su correspondiente respuesta
emocional. Pulirlos, sanarlos,
transformarlos a formatos de armonía/paz/confianza/alegría lo más posible, para
acercarnos todo lo que nos resulte a la experiencia de Totalidad.
Por ejemplo,
la parte que en general nos resistimos a mirar y asumir, es nuestra propia
Sombra (condicionamientos horribles que duele mucho asumir en primera persona,
y entonces los proyectamos en la pantalla de los demás seres, sucesos,
situaciones, etc. 😉). Y en tanto no integremos esa parte de nuestra
programación al tejido con-ciencia
de nuestra identidad, aceptando y honrando la estrategia evolutiva de nuestro
lado B…, no tendremos ruta para aceptar y honrar imperfecciones en las energías
que nos manda el Universo (laos otraos) para continuar con nuestra evolución.
Let’s get real!! Pongamos los pies en la Tierra, dice el
dicho. El complemento anhelado está
también en trámite evolutivo, tiene también lado B, no es el príncipe o la princesa
azul y nos va a espejear nuestras cosillas aún no atendidas, aún no
resueltas. A mayores asuntos que
tengamos pendientes dentro de nosotraos mismaos, mayor será la dinámica del
espejeo… y por ello es una excelente apuesta avanzar en nuestra propia sanación
antes de levantar el rezo de caminar complementándonos con ese otro ser. Y si la teja nos cae cuando ya estamos
caminando juntaos, pues poner atención y perseverancia igualmentecorazón a la
propia sanación, para dejar de proyectar nuestras carencias, incompletitudes,
heridas abiertas y etc. que tanto descomponen las relaciones. Si nos hacemos cargo de nuestro propio lado B,
no sólo nos ayudamos a nosotraos mismaos sino que también ayudamos a sanar/transformar
el lado B de laos demás.
)O(
Samai Mujer Medicina )O(
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